Vivimos en un mundo que se transforma cada vez con más rapidez. Es por ello que la cartografía se ve obligada a evolucionar constantemente. En los últimos años están surgiendo nuevas formas de representación de datos, nuevas cartografías que ofrecen información de una forma diferente.
Parece lógico que si las ciudades son dinámicas en cuanto a sus usos, densidades, población, actividades, etc, las cartografías tradicionales, estáticas, carecen de sentido. Disponemos de múltiples herramientas que posibilitan la creación de nuevas formas de plasmar la información de nuestras ciudades, así que, por qué no usarlas.
Un buen ejemplo de este tipo de representaciones es el proyecto «Breathing City» de Joey Cherdarchuk, que plasma en una sola imagen la densidad de población que se encuentra en el trabajo o en casa en la isla de Manhattan cada hora del día.
Cuenta su autor que se inspiró en breathing earth de John Nelson y que al principio pensó que sería algo muy sencillo y que no le llevaría mucho tiempo, pero que a medida que avanzaba con el proyecto iban apareciendo problemas y nuevas situaciones que engrosaban el trabajo (esto me suena de algo). Además, como curiosidad, cada uno de los cuadros está hecho en excel, lo cual no deja de ser sorprendente.
El resultado no puede ser más interesante y atractivo. Un plano de Manhattan dinámico y cambiante, cargado de información donde, efectivamente, se ve una ciudad que respira al ritmo de sus habitantes.